miércoles, 13 de agosto de 2014

WI-FI: la muerte invisible que está destruyendo a la generación más joven en todo el mundo

La Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña, en un estudio realizado en 2007 constató que “la radiación de microondas en el rango de frecuencia de WiFi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales”. También se mencionan los posibles riesgos para la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas.

Y es que no hay que olvidar que la radiofrecuencia de los teléfonos móviles e inalámbricos, de las torres de telefonía móvil y de las redes WiFi emiten radiación que de una manera u otra, afecta a las personas que estén dentro de su rango de acción.

El estudio «Interphone», promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en «International Journal of Epidemiology», pese a no ofrecer evidencias concluyentes sobre la supuesta inocuidad de los terminales, levanta la sospecha. En una revisión del mismo realizada en Junio de 2010, se aseguraba que por cada cien horas de uso de teléfono móvil, el riesgo de meningioma –tumor cerebral– aumentaba un 26 por ciento.

Fernando Pérez, vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental apunta que los pequeños de la casa son los más vulnerables, junto a las embarazadas, personas mayores y enfermos. «Todos los estudios epidemiológicos han demostrado efectos reales de las radiaciones en la salud y el desarrollo de los niños», explica Pérez.

Por supuesto, hay otros estudios que afirman que la exposición a este tipo de radiaciones es inocua. Pero si así fuera, ¿por qué en Europa están tomando medidas? Uno de los ejemplos más contundentes llega del vecino galo. En Francia, se están eliminando las redes WiFi en bibliotecas, colegios y lugares públicos, «pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios», apunta Pérez

Por otro lado, existen “informes científicos” que afirman que las redes wi-fi son totalmente inofensivas pero no hay que olvidar que la mayor parte de esos “informes” están pagados por “la alianza WiFi” una asociación que representa a la industria de WLAN, integrada por mas de 200 grandes compañías.

Los síntomas de una alta exposición a redes wifi se manifiestan mediante dolor decabeza, cansancio crónico, dificultad para dormir, palpitaciones, dólor en el oído e insomnio.

Así que lo mejor es prevenir, sólo por si acaso. Éstas son algunas medidas que pueden protegernos de las radiaciones wi-fi, tanto en la oficina como en la vivienda:

1. Desconectar la conexión cuando no se esté utilizando, especialmente durante la noche.

2. Sustituya el acceso inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que le permita usar su propia red electrica y enchufes como red local.

3. No abusar del teléfono móvil. Lo mejor es utilizarlo con la función de “altavoz” activada.

4. No utilice teléfonos inalámbricos DECT para su vivienda, los cuales emiten grandes dosis de radiación. Si no tiene más opción que utilizar un teléfono inalámbrico, mire las opciones tipo ECODECT, que al menos evitan la emisión cuando el teléfono esta descansando en la base.

5. Acudir a un médico especializado para que nos realice una descarga de la radiación que el cuerpo haya podido absorber.

Fuente

 

miércoles, 30 de julio de 2014

Tres idiomas están en peligro de extinción en España, según Google

"Me fan goyo tus güellos", "¿Cuálo ye o nueso?", "A plebiu y ya está xuta la carrera"... son sólo algunos ejemplos de oraciones en aragonés que dejaremos de oír en el futuro si no se hace algo. Otros idiomas en peligro de extinción, según Google, son el asturiano y la lengua de signos catalana.
El buscador ha presentado hoy el Proyecto de Lenguas en Peligro de Extinción, una plataforma donde se puede encontrar y compartir la información más completa y reciente sobre los idiomas cuya conservación peligra.
Google.org, ha puesto en marcha esta plataforma con el objetivo de preservar y promover la cultura a través de Internet pero se trata de un espacio colaborativo donde cualquiera podrá aportar sus conocimientos sobre las distintas lenguas para hacer de esta plataforma un lugar lo más completo posible.
Gracias a este proyecto se podrán documentar las más de 7.000 lenguas que están a punto de desaparecer para preservar la diversidad, honrar los conocimientos de nuestros mayores y enriquecer el futuro de los jóvenes.
"Documentar las más de 7.000 lenguas que están a punto de desaparecer es un paso importante para preservar la diversidad, honrar los conocimientos de nuestros mayores y enriquecer el futuro de los jóvenes. La tecnología puede colaborar en estos esfuerzos al permitir que se creen grabaciones de alta calidad de los últimos hablantes de un idioma, al conectar comunidades dispersas a través de los medios sociales de comunicación y al facilitar el aprendizaje de idiomas", aseguran desde el buscador.
El Proyecto de lenguas en peligro de extinción, con el apoyo de una nueva coalición: la Alianza para la Diversidad lingüística, ofrece a las personas interesadas en preservar las lenguas un lugar donde guardar y acceder a investigaciones sobre el tema, compartir sugerencias y establecer colaboraciones.
Un grupo diverso de colaboradores ya ha empezado a aportar contenido que abarca desde manuscritos del siglo XVIII a herramientas modernas para la enseñanza de idiomas como: vídeos, muestras de idiomas en audio y artículos para compartir conocimientos. Los miembros del Comité Asesor también han proporcionado directrices para ayudar a organizar la plataforma y satisfacer los intereses y necesidades de las comunidades lingüísticas.


domingo, 16 de febrero de 2014

¿Cuál es el mejor método para que tus empleados aprendan idiomas de verdad?

Desde que empecé a trabajar como cualquier empleado en una empresa, me ha sucedido lo que a todo el mundo: he ensayado muchas formas de aprender idiomas. Inglés, alemán y francés.

¿Funcionan todas?  ¿Es tirar el dinero? Las empresas se gastan cada año miles de euro en mejorar el nivel de idiomas de sus empleados, y en todos los niveles. El problema para el nivel ejecutivo es encontrar tiempo, o tener el hábito de estudiar. 

Veamos: 

-La academia. Asistir en tus horas libres a clases en la academia (yo asistí a International House) tiene la ventaja de que fijas una disciplina. Para los que ya saben algo de inglés, es recomendable dar clases de conversación. Pero eran pocas horas a la semana y se esfumaban los conocimientos en poco tiempo. El progreso es lento.

-La escuela oficial. Asistí a clases de alemán en Goethe Institut. Es exigente, vas subiendo de nivel y te van realizando exámenes para lograr el Zertificat Deutsche (supongo que el First, en inglés), y el ZD für dem Beruf (para inglés empresarial). El problema es sacar tiempo libre para preparar las clases. Llega un momento en que subir de nivel es muy difícil para los irregulares horarios de un alto ejecutivo.

-El profesor particular. Dos, tres, cuatro horas a la semana. Lo hice con Tandem en caso del alemán, pero como era a la hora de comer, tenía que invitar al profesor y al final él se lo pasaba mejor que yo pues yo me limitaba a escuchar. Cuando hice lo mismo con un profesor de inglés, mi profesor tenía un acento tan ortodoxo que no se parecía a nada conocido. Las conversaciones se desviaban a temas frívolos, cuando lo que uno necesita a lo mejor es un inglés de reuniones de empresa.

-La clase on line. Mi empresa me puso clases con una academia on line de la que no aproveché nada. Los libros eran bastante buenos, pero mi trabajo me quitaba la fuerza de voluntad que necesitaba. Es decir, tenía que sacar parte de mi tiempo libre para rellenar los libros, meterme en internet o llamar por móvil a un profesor disponible. Ni lo intenté.

-Los portales con juegos o videos. Son los sistemas empleados por Busuu o English Central. Son gratuitos en la mayor parte de los casos, pero hay que crear el hábito de entrar y de perfeccionar el inglés. Lo malo es que no hay una persona de carne y hueso del otro lado y el progreso es lento. 

-Las villas inglesas. Estuve un fin de semana en Villa Inglesa, cerca de Madrid. Eran jornadas de 9 de la mañana a doce de la noche. Exhaustivas. Tres alumnos, tres profesores. Se trabajaba la gramática, la conversación, la improvisación, las reuniones ejecutivas. Prohibido hablar español. Prohibido móvil. Tuve la ventaja además que era un intercambio con Diverbo: nos hacía contenidos para lainformacion.com (contenidos periodísticos), que se publicaban, y nosotros recibíamos a cambio clases de inglés en Villa Inglesa. Para los que tienen cierto nivel, es lo más recomendable. Los progresos son auténticos. Pero un fin de semana no basta. Sería ideal tener una visita cada dos meses. 

En resumen, aprender un idioma a trozos es largo y tedioso. Quien tenga el hábito y el tiempo, puede aprovechar cualquier método. Pero para el mundo ejecutivo, donde faltan las dos cosas, las inmersiones lingüísticas en fines de semana, o en semanas enteras (o un mes) suelen sorprender al aprendiz porque progresa con rapidez. Es quizá el dinero mejor empleado por la empresa, pero no es barato.

 

 

 

Fuente